martes, 9 de noviembre de 2010

TOMATE TRANSGÉNICO…?????

Por ser el tomate una hortaliza de gran importancia y consumo en la dieta de la población mundial, son numerosas las investigaciones en cuanto a transgénesis que se han llevado a cabo con el fin de mejorar características de este y al mismo tiempo aumentar o adicionar propiedades benéficas para el ser humano.

Uno de los primeros estudios realizados en este campo fue el de prolongar la vida útil del tomate en postcosecha, y de estas investigaciones se obtuvo el llamado tomate larga vida (genético) que no es el que actualmente se consume a nivel nacional y mundial, esto debido a las restricciones que se encontraban vigentes en el momento de la salida de este producto.
El trabajo realizado por investigadores consistió en enmascarar el gen Rhin el cual es el encargado de producir el etileno y por consiguiente inducir a la maduración.
El tomate larga vida que actualmente consumimos a diario, fue modificado no genéticamente sino estructuralmente, es decir la modificación se realizó en la epidermis de este, la cual consistió en engrosar la pared para reducir las tasas de transpiración y asi retardar el proceso de maduración del producto, este es el llamado Tomate larga vida estructural.

Otras investigaciones:

-Tomate transgénico con mayor actividad antioxidante y contenido de zinc
Mediante la introducción del gen mt-1, que codifica la proteína metalotioneína-1 del ratón, investigadores de la Universidad de Pekín (China) han obtenido líneas de tomate transgénicas con mayor contenido de zinc y actividad antioxidante. (Revista Journal of Agricultural Food and Chemistry.)

-Tomate transgénico capaz de crecer en suelo salinizado
Científicos de las universidades de Toronto y California han construido un tomate transgénico que es capaz de crecer en suelos de alta salinidad. Los investigadores, dirigidos por Eduardo Blumwald, de la Universidad de California en Davis, han aumentado la actividad de un gen natural del tomate que dirige la síntesis de una llamada proteína de transporte. Esta proteína captura los iones salinos, los introduce en las células de las hojas del tomate y los precinta dentro de unos compartimentos celulares llamados vacuolas, donde no pueden estorbar ni hacer daño. De esta forma, los tomates transgénicos no sólo son capaces de crecer en suelos muy salinos, sino que retiran buena parte de la sal del terreno. Las vacuolas llenas de sal sólo se forman en las hojas, por lo que la parte comestible permanece totalmente normal.

-Tomate transgénico con mayor vida en postcosecha
Cientificos del Instituto Nacional de Investigación Genómica Vegetal en Nueva Delhi (India) han ampliado la duración de la vida del tomate tras su recolección en unos 30 días al suprimir enzimas que promueven la maduración. Los científicos, dirigidos por Asis Datta, identificaron dos enzimas, la alfa-manosidasa (alfa-Man) y la beta-D-N-acetilhexosaminidasa (beta-Hex), que se acumulan en los tomates en fases críticas de su maduración. Utilizaron técnicas de modificación genética para “silenciar” las enzimas en los tomates e informan de que los tomates experimentales que carecían de alfa-Man eran aproximadamente 2,5 veces más firmes que los convencionales y que aquellos que carecían de beta-Hex eran 2 veces más firmes.


-Tomates azules transgénicos con fines terapéuticos.
El Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP), en Valencia, utiliza herramientas de la biotecnología para crear tomates azules terapéuticos que, diseñados mediante modificación genética, sirven para crear vacunas, entre otros fines

-Tomate transgénico, sin semillas y anticancerígeno
Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), en colaboración con la Universidad de Almería (UAL), el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) han creado mediante modificación genética un tomate sin semillas y de gran sabor, cuyo consumo puede reducir las posibilidades de sufrir patologías cancerígenas.
El método que ha sido patentado tras diversas pruebas realizadas en laboratorio e invernadero, se basa en la transferencia y expresión en plantas transgénicas de tomate del gen 'leafy' (LFY) de la 'Arabidopsis thaliana', una planta con flores blanquecinas que suele aparecer al borde de los caminos, y que es muy utilizada en biotecnología por la 'sencillez' de su genoma.

Fuentes:

Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS).